Con la obra de Carolina Santos el espectador se sabe inmerso en los espacios de la moderna fotografía; aquellos a los que el artista llega después de dotarlos de una sabia estructura. Su trabajo no se reduce, como es habitual en los planteamientos fotográficos al uso, a una captación de imágenes sujetas a una mayor o menos intensidad artística, sino que la artista interviene activamente, modela la realidad captada, la configura a sus interés plástico y estético, le proporciona una serie de aditamentos conformantes para que ella adquiera una nueva circunstancia y, además, la dota de una trascendencia artística a su forma y manera. Así tenemos una fotografía constitutiva de una realidad creativa perfectamente manipulada en fondo y forma, un ejercicio plástico que va más allá de una simple representación ilustrativa y que busca posicionarnos en horizontes más amplios donde suscribir nuevas realidades comprometidas con un arte abierto donde no caben esquemas simplistas para miradas escleróticas.
| Bernardo Palomo
Carolina Santos es una artista plástica de obra prolífica y sofisticada. Estudió en la Escuela de Artes de Algeciras movida por su pasión por el diseño de moda. Posteriormente se formó en Fotografía Artística y Gráfica Publicitaria.
Desde 1999 hasta hoy ha experimentado con la pintura, la fotografía, las artes digitales y el performance, mezclando disciplinas en proyectos muy distintos entre sí pero vinculados por una potente autoría y una sola firma. Becas, premios y reconocimientos de artistas icónicos como Ouka Leele dan fe de su talento. Su regreso a UFCA se produce en 2013 y entra a formar parte del Taller El Proyecto Personal impartido por Tiago da Cruz. De nuestro reencuentro, esta celebración, ‘Quiet Places’, una serie en la que trabaja intensamente desde entonces. Se exhibe junto a algunas obras de otro proyecto paralelo, ‘Love Letters’, fotografías de intervenciones en el paisaje con elementos humanos y artificiales. En Quiet Places, la autora parte de fotografías de paisajes reales (muchas de ellas son colaboraciones de amigos y artistas) que transforma digitalmente, empleando muchísimo esfuerzo, en su búsqueda personal de la belleza. La experiencia estética nace en el tránsito de lo real a lo imaginario, una geometría de caleidoscopio que nos asoma a nuevos mundos por los que viajar. Sus imágenes de grandes dimensiones son complejas armonías que se repiten como un mantra sanador, latidos en cadencia. Tienen pulso, cobran vida. Y giran.
| Mar Gómez
`Quiet Places´
Las distintas perspectivas que me ofrece el paisaje del Campo de Gibraltar siempre me han hecho re exionar sobre la peculiaridad de este territorio, y es precisamente esta reflexión la que ha servido como inspiración para el proyecto: `Quiet Places ́, donde he trasformado el paisaje llevándolo a un punto de abstracción figurativa, partiendo del peñón de Gibraltar hacia Jebel Musa y continuando la serie con otros paisajes de Andalucia y lugares que en algún momento me han emocionado. Uno de mis objetivos con este proyecto era propiciar una experiencia lúdica con el arte haciendo partícipe al espectador, invitándolos a enviar sus propias fotografías de paisajes con el único requisito de que que llevaran una carga emocional. Posteriormente estas imágenes las manipulaba para crear un arte final compartido. Curiosamente con esta propuesta pude comprobar como la mayoría de los participantes, indistintamente de su lugar de procedencia, enviaban imágenes donde aparecía el Peñón de Gibraltar y su monte hermano Jebel Musa como punto de referencia.
Las diversas culturas que conviven en esta zona influyen en la creatividad de los artistas que, aunque tengamos distista nacionalidad, compartimos emociones e inspiración anulando las fronteras y cumpliendo de esta forma con uno de los principales propósitos del arte.
| Carolina Santos
`SYMPHONIE FANTASTIQUE´
El inquietante sonido del metrónomo resuena en la habitación, te sumerge en una Sinfonía de visiones grotescas que desafían nuestras percepciones tradicionales de la belleza. Su compás invariable y mo- nótono, como un latido o un reloj implacable que marca el paso del tiempo, nos provoca una extraña y perturbadora atracción que distorsiona la memoria y rede ne nuestra esencia.
Esta atracción, esta mezcla de inquietud y fascinación, nos impulsa a explorar más allá de los límites convencionales de la estética y la identidad. Los rostros fusionados y las personalidades entrelazadas nos confrontan con el quiénes somos, quiénes queremos ser y quiénes hemos sido.
La Sinfonía Fantástica nos ofrece un espejo distorsionado pero revelador de nuestra propia humanidad, nos invita a abrazar la complejidad de nuestra existencia recordándonos que, al final, somos obras en constante transformación.
| Carolina Santos
| Bernardo Palomo
Carolina Santos es una artista plástica de obra prolífica y sofisticada. Estudió en la Escuela de Artes de Algeciras movida por su pasión por el diseño de moda. Posteriormente se formó en Fotografía Artística y Gráfica Publicitaria.
Desde 1999 hasta hoy ha experimentado con la pintura, la fotografía, las artes digitales y el performance, mezclando disciplinas en proyectos muy distintos entre sí pero vinculados por una potente autoría y una sola firma. Becas, premios y reconocimientos de artistas icónicos como Ouka Leele dan fe de su talento. Su regreso a UFCA se produce en 2013 y entra a formar parte del Taller El Proyecto Personal impartido por Tiago da Cruz. De nuestro reencuentro, esta celebración, ‘Quiet Places’, una serie en la que trabaja intensamente desde entonces. Se exhibe junto a algunas obras de otro proyecto paralelo, ‘Love Letters’, fotografías de intervenciones en el paisaje con elementos humanos y artificiales. En Quiet Places, la autora parte de fotografías de paisajes reales (muchas de ellas son colaboraciones de amigos y artistas) que transforma digitalmente, empleando muchísimo esfuerzo, en su búsqueda personal de la belleza. La experiencia estética nace en el tránsito de lo real a lo imaginario, una geometría de caleidoscopio que nos asoma a nuevos mundos por los que viajar. Sus imágenes de grandes dimensiones son complejas armonías que se repiten como un mantra sanador, latidos en cadencia. Tienen pulso, cobran vida. Y giran.
| Mar Gómez
`Quiet Places´
Las distintas perspectivas que me ofrece el paisaje del Campo de Gibraltar siempre me han hecho re exionar sobre la peculiaridad de este territorio, y es precisamente esta reflexión la que ha servido como inspiración para el proyecto: `Quiet Places ́, donde he trasformado el paisaje llevándolo a un punto de abstracción figurativa, partiendo del peñón de Gibraltar hacia Jebel Musa y continuando la serie con otros paisajes de Andalucia y lugares que en algún momento me han emocionado. Uno de mis objetivos con este proyecto era propiciar una experiencia lúdica con el arte haciendo partícipe al espectador, invitándolos a enviar sus propias fotografías de paisajes con el único requisito de que que llevaran una carga emocional. Posteriormente estas imágenes las manipulaba para crear un arte final compartido. Curiosamente con esta propuesta pude comprobar como la mayoría de los participantes, indistintamente de su lugar de procedencia, enviaban imágenes donde aparecía el Peñón de Gibraltar y su monte hermano Jebel Musa como punto de referencia.
Las diversas culturas que conviven en esta zona influyen en la creatividad de los artistas que, aunque tengamos distista nacionalidad, compartimos emociones e inspiración anulando las fronteras y cumpliendo de esta forma con uno de los principales propósitos del arte.
| Carolina Santos
`SYMPHONIE FANTASTIQUE´
El inquietante sonido del metrónomo resuena en la habitación, te sumerge en una Sinfonía de visiones grotescas que desafían nuestras percepciones tradicionales de la belleza. Su compás invariable y mo- nótono, como un latido o un reloj implacable que marca el paso del tiempo, nos provoca una extraña y perturbadora atracción que distorsiona la memoria y rede ne nuestra esencia.
Esta atracción, esta mezcla de inquietud y fascinación, nos impulsa a explorar más allá de los límites convencionales de la estética y la identidad. Los rostros fusionados y las personalidades entrelazadas nos confrontan con el quiénes somos, quiénes queremos ser y quiénes hemos sido.
La Sinfonía Fantástica nos ofrece un espejo distorsionado pero revelador de nuestra propia humanidad, nos invita a abrazar la complejidad de nuestra existencia recordándonos que, al final, somos obras en constante transformación.
| Carolina Santos